Sin saber que hacer {Lucius}

-Yo no te lo pedí.-sonreí de lado. -Eres tu la que quiere estar sola.-dije mirándola a los ojos.
Noté su nerviosismo cada vez que me acercaba un poco mas a ella. La pregunta que hizo provocó que una sonrisa pícara apareciera en mis labios.
-¿Acaso te pongo nerviosa, Rouvas?-le pregunté dando un paso mas, acercándome

-Pues sí, me pones nerviosa. -no valía la pena mentirle si él ya se había dado cuenta de que estaba nerviosa.
¿Te importa que me ponga nerviosa? -le pregunté intentando adivinar cuales eran sus intenciones al hacerme esa pregunta.
Él cada vez estaba más cerca y yo cada vez me ponía más nerviosa sin saber muy bien por qué. Era la primera vez que me ponía tan nerviosa al tener alguien cerca de mí.

No pude evitar sonreír al ver que lo había reconocido.
-Para nada, eso es normal para gente como tú.-dije con arrogancia en mi tono de voz. Lentamente di una vuelta para ponerme detrás suyo. Me acerqué un poco mas a ella, pero sin tocarla ni un poco.
-Es normal sentirte nervioso cuando alguien superior a ti se acerca a ti.-expliqué en un susurro y me quedé quieto con una sonrisa burlona en los labios.

-Pues yo pienso que no es normal que me ponga nerviosa solamente cuando tú estas cerca -dije intentando que no se me notase tanto lo nerviosa que estaba.
Además, poco a poco me iba sonrojando al ver que él se ponía detrás de mí. No me giré para que él no me viese sonrojada.
Seguía sin saber por qué me estaba comportando así, no podía ser cierto lo que me estaba pasando. Poco a poco compredí lo que me estaba pasando. No me podía permitir aceptarlo tan pronto.

Me reí suavemente, seguramente haciéndole cosquillas en la oreja con mi aliento.
-Cuando yo estoy cerca, ¿eh?... Y, ¿no será que te pones nerviosa porque te gusto demasiado?-le pregunté con un leve tono de burla. Me aparté un poco para ponerme cerca de su otro oído, manteniendo solo un poco la distancia para no tocarla ni rozarla.

Lucius había acertado de lleno al decir que me gustaba. Sí, me gustaba, era por eso por lo que me ponía nerviosa cada vez que se acercaba. Maldecí en silencio. él se había dado cuenta sin que yo le dijese nada aunque saltaba a la vista demasiado. No debería haber dejado que se diese cuenta tan pronto.
-¿Cómo me vas a gustar? -dije intentado que no se diese cuenta de que me gustaba de verdad y mucho más de lo que él pudiese imaginar

Sonreí. Estaba nerviosa, aunque fuera un poco. Lo notaba y eso no me disgustaba, sin embargo no tenía que ser así. Ella era una sangre sucia y yo tendría que hacer como no existiera, pero esto era divertido, además no tenía nada mejor que hacer. Reí suavemente cerca de su oreja.
-No intentes disimularlo que lo sabes muy bien que te gusto, Helena.-susurré su nombre. Se me hizo raro no llamarla por su apellido, ya que era la primera vez que la llamaba por el nombre.

No puede evitar sonrojarme cuando susurró mi nombre. Me pareció un poco raro que me llamase por mi nombre ya que siempre me llamaba por mi apellido. Aun así no dije nada, tal vez él no se hubiese deado cuenta.
-¿Cómo te has dado cuenta? -dije casi murmurando.
Esperaba que él no me hubiese oído porque eso, seguramente, sería mi perdición. Estaba reconociendo que me gustaba Lucius Malfoy, una persona a la que debería odiar, pero no podía, me gustaba demasiado.
-Sí, me gustas -dije caso murmurando sonrojandome aún más de lo que ya lo estaba.
Ya no me importaba si él me había oído o no, ya sabía que me gustaba y no había vuelta atrás.

Sonreí al oír su murmullo.
-No me costó mucho que digamos, salta a la vista.-contesté en un susurro. Me sorprendió un poco cuando lo reconoció directamente. En verdad no pensaba que lo haría, pero supongo que esta vez no acerté.
-Ya, bueno.-murmuré indiferente. -Me da lástima tu novio.-comenté riéndome levemente. En verdad no estaba seguro si tenía novio, solo lo había oído por allí y los rumores a veces no son exactos.

Lucius había escuchado mi murmullo y me arrepentí de haber dicho aquello. Escuché lo que dijo Lucius en silencio.
-¿Por qué te da lástima mi novio? -le respondí cuando me di cuenta de lo que había dicho él.
-¿Cómo sabes que tengo novio? -le pregunté susurrando después de estar un poco en silencio.
Aquella tarde me estaba dando cuenta de cosas que antes no sabía.

Me encogí de hombros y me alejé un poco de ella.
-He oído... Rumores.-contesté sincero. Aunque si lo tuviera de verdad, ¿hubiera dicho que le gusto? ¿Significaba eso que no lo tenía?
-Me da lástima porque no es fácil olvidarse de mi.-dije con una sonrisa de lado metiéndome las manos en los bolsillos.
-¿Quien es?-le pregunté curioso, por saber quien era su novio, si lo tenía, claro.

-¿A no? ¿Por qué no es fácil que me olvide de ti? -le pregunté por curiosidad.
Escuché lo que dijo preguntandome por mi novio y yo no pude evitar que me entrase la risa. ¿Lucius Malfoy se estaba interesando por mi novio? Aún así le contesté.
-Es Rubeus. -le dije mirandolo a los ojos. -¿Por qué te interesaba saberlo?

Encaré una ceja.
-¿Acaso no es obvio el porqué?-pregunté arrogante, señalando con la mano mi cara y cuerpo. Solté una carcajada al oír quien era su novio.
-No me interesa para nada, solo preguntaba por preguntar.-dije indiferente devolviendole la mirada.
-Solo querría saber quien es el afortunado.-dije con un tono de voz lleno de sarcasmo.

-¿Tú...estás con alguien? -le pregunté temiendo su respuesta.
Me daba igual que él estuviese saliendo con alguien pero supuse que al preguntarle eso se enfadaría.
-Puede que sí sea afortunado -le dije sonriendo al pensar en Rubeus.
Tal vez no debería haber dicho eso pero ya que me estaba sincerando un poco con Lucius tenía que decirlo.

Me quedé en silencio unos segundos y sonreí.
-Ahora mismo estoy contigo.-contesté mirándola a los ojos. Sabía que no era esa la respuesta a su pregunta, pero era mejor que decirle que estoy con muchas y con ninguna a la vez.
Hice una mueca de desagrado al verla sonreír cuando dijo que ese tío era afortunado.
-No podría decir quien es el mas afortunado de la pareja, en serio.-dije con sarcasmo otra vez.

Lo miré un poco extrañada cuando me respondió pero después comprendí lo que me había querido decir.
Decidí no preguntarle otra vez porque seguramente me contestaría lo mismo.
-¿Por qué no lo consideras afortunado? -le pregunté cuando volvió a hablar con sarcasmo. -¿Acaso no podemos ser afortunados?

Me reí con ganas.
-No sé, a lo mejor si que podéis, pero...-hice una pausa para volver a acercarme un paso hacia a ella.
-Tu serías mas afortunada conmigo. ¿Me equivoco?-pregunté en un susurro con una pequeña sonrisa en los labios. ¿Por que estaba diciendo eso? Era muy simple. Para molestarla y para poca cosa mas.

-Puede que fuese un poco más afortunada contigo que con él pero no por eso voy a dejar de quererle a él -dije sin apenas pensar mi respuesta.
Lucius había vuelto a susurrar y yo me volví a sonrojar. Lucius cada vez estaba más cerca de mi y yo cada vez estaba más nerviosa. Ya me daba igual que él supiese que me gustaba pero tenía que ocultar hasta qué punto me gusta.

¿Había oído bien? ¿Dijo un poco? En mis labios se dibujó una media sonrisa. Me acerque mas aún a ella y con tres dedos cogí su barbilla. Era la primera vez que la tocaba. Era la primera vez que tocaba una impura, una sangre sucia. Aunque no me aparté.
-¿Solo un poco mas? ¿En serio?-le pregunté levantando su cabeza un poco.

Cuando cogió mi barbilla me sonrojé bastante mientras cerraba los ojos disfrutando del contacto de su mano. No podía estar más nerviosa de lo que lo estaba en ese momento, temblaba como un flan.
-B-bueno puede que mucho más que con él -terminé por decir aún sonrojaba y temblando.
Ese momento seguramente no lo olvidaría en mi vida.

Sonreí por dentro al sentirla nerviosa. Cuando oí lo que dijo no pude evitar sonreír. Me acerqué hasta unos centímetros de que nuestras narices se toquen.
-Eso está mejor, es bueno reconocerlo.-volví a susurrar haciéndole cosquillas con mi aliento. Me quedé quieto un instante, preparándome para apartarme.

Cuando se acercó un poco más a mí, no pude reprimir un suspiro. Sentía unas ganas terribles de besarle pero sabía que él no estaría dispuesto a aceptarlo y me rechazaría. Intenté tranquilizarme pero sabía que no lo conseguiría tenieno a Lucius tan cerca. Ni siquiera era capaz de articular una palabra. Cerré los ojos lentamente para reprimir cualquier deseo de besarle.

Sonreí arrogante al ver que cerraba los ojos después de soltar un suspiro. Observé su cara detenidamente y volví a sonreír de la misma manera. Me alejé de ella rápidamente y di unos pasos, para poder acercarme a una roca y sentarme encima de ella. Reí por lo bajo.
-¿Te pones así con todos o soy la excepción?-pregunté con tono de burla.

-Pues no lo sé. Depende de con quién esté. -le dije mientras lo miraba.
-Supongo que tú no trataras igual a todos los hijos de muggles, ¿no? -le dije con una pequeña sonrisa en mis labios.
Él se había alejado de mí y yo no iba a acercarme a él porque temía su reacción. Por eso me quedé en mi sitio, apartando la miraba de donde estaba él.

La miré con una sonrisa burlona.
-Mhm.-murmuré pasándome la lengua por el labio inferior tranquilamente. Me quedé pensando varios instantes mirando el cielo. Volví a bajar mi mirada para posarla en ella.
-No, no los trato igual... Tu eres especial.-dije en un tono seductor. Era mentira, ella no era para nada especial. La veía como a todos los demás, inferior a mí como cualquier sangre sucia, aunque como hoy estaba de buen humor y sin nada mejor que hacer decidí no quedarme un ratito a ``charlar´´ con una leve tregua.