Buscando un libro [Sirius]

- Jamas una verdad es mas dolorosa que una mentira, porque cuando te enteras, se incrementa el dolor con el saber que la persona en la que confias, te ha mentido-le comente razonadamente, mientras señalaba con sus dedos el cielo, sin saber muy bien porque.

Sonrei al escuchar lo que dijo de Andromeda, claro que la chica no era de aquellas, su prima era super dulce, como un algodon de azucar que conseguia animarme cuando veia aquella hermosa sonrisa. Recoloque mi camisa, dejando entrever un poco de mi musculado pecho, para despues sonreirle a la chica ampliamente.

- Claro que es mi prima-le acabe diciendole mientras le guiñaba el ojo a la joven- Es la unica adorable que hay en aquel nido de vivoras, aunque no se que hace alli, deberia estar en otro lugar, como en los leones. Y por cierto, espero que no tenga que protegerte de las serpientes, aunque si necesitas ayuda, ya sabes donde esto...-

- Nadie te ha dicho que no lo haya vivido...-le acabe diciendo susurrante,mientras mis manos se apretaban ligeramente, asi que decidi dejar de pensar en aquel momento, mirando a la chica con aquella sonrisa que jamas escondia, era demasiado hermosa como para hacerlo.

Recorde que mi tunica la habia dejado en mi habitacion al darse cuenta que no era necesaria aquel dia lleno de sol y calor. Resople al sentir como mis mejillas se rosaban, a causa de aquel calor que empezaba a sentir. Mire a sus ojos sonriente, para despues pasar mi lengua por mis labios en un intento de sacar el calor de mi cuerpo. Despues de aquel momento, acomode mi cuerpo con cuidado en un intento de que la chica no pensara que era un pervertido.

- Supongo que el sombrero la pondria ahi por algun motivo, porque el sombrero jamas se equivoca, o eso dicen-le confese sonriente, mirando a los ojos a la chica, para despues dejar escapar aquella risa inocente- Eso espero, tejona, eso espero-

- Seguro que si...aunque no me gusta hablar de este tema, es muy aburrido-le comente pasota, mientras mordia uno de mis labios con mucho cuidado.

Al escuchar aquel comentario, no pude evitar el suspirar, dandome cuenta que no era él, hacia mucho calor. Mis manos se posaron en mis botones y sin mucho cuidado, empece a desatar aquella camisa. Abri todos los botones de mi camisa, y pude suspirar de placer, al sentir el frio chocar contra mi caliente torso. Mire a la chica con aquella maldita sonrisa tan tipica en él, para despues guiñarle un ojo. Tic que tenia.

- Espero que no te moleste, pero...ya que soy un chico, debo aprovechar la oportunidad-le comente como si fuera lo mas natural del mundo, y en cierta manera lo era para él-

- Claro que si, pero sospecho que tu no los ves para nada interesantes-le comente con cierta malicia, sabiendo que aquella joven no era como las demas. Podria llegar a ser una buena amiga.

Al ver que la chica no se molestaba hizo que mi sonrisa se ampliara, para despues morder mi labio con muchisimo cuidado, dejando que viera mis colmillos. Canuto era mucho Canuto.

- Tranquila...si me pillan dire que me estaban desnudando-le dije bromista mientras miraba a la chica a los ojos-

- No...al parecer en nuestro primer encuentro me has demostrado que no te apetecie divertirte conmigo-le comente, inflando mi mejilla, para despues mirar hacia otro lado, ofendido

Aunque fuera una broma, la verdad es que le habia dolido como la chica le habia parado los pies. Seti como la joven se acercaba a mi, pero aun asi no la mire, tenia que demostrar que molestar a Sirius Black no era una tonteria.

- ...No te veo capaz de violarme, aunque...a lo mejor me equivoco, pero seguro que eres una cobarde-le mire a los ojos, desafiante- o quizas me equivoco?

- No puedo negar que es uno de los poco hobbies que tengo en este colegio, ese y hacer travesuras, pero no te veo con cara de chica mala que lia problemas-le comente con pasimonia, mientras veia como la chica se iba.

Me habia cansado de cojerla para que no se fuera, si se queria ir, no me importaba, no podia ser que tuviera tan poco templante. Alce mis hombros, mirandola a la chica, o mejor dicho a su espalda, mientras dejaba que mi lengua chocara con mis dientes, haciendo un sonido de lo mas extraño.

- Deberias tener un poco mas de talante, no te puedes ir de la gente, porque hayan dicho algo que no te guste, sabes?-le comente como un padre intenta inculcar a su hija, demostrando que el mismo tambien tenia seriedad-

- No trato de ser tu padre, nada mas te digo que si quieres que los demas te respeten, deberias hacer lo mismo, y no dejar a las personas con la palabra en la boca, como ibas a hacer conmigo-le comente cansado de aquella actitud, es que las personas se habian vuelto bordes de golpe?...

Me sente en el suelo, colocandome mejor la camisa con enfado, mientras miraba hacia otro lado, que hiciese esa chica lo que le diera la gana, habia conseguido que mi sonrisa desapareciera, cosa dificil en él, asi que debia estar orgullosa. Mordi mi labio con fuerza, sintiendo como un poco de sangre caia, para despues secarla con aquella blanca manga, le daba igual que se manchara, aquello, en aquel mismo momento le importaba muy poco.

Vi como la chica ofrecia aquel pañuelo y de golpe se lo quite de sus manos, haciendo presion en la herida que habian causado mis propios labios.. Por algo era Canuto, un genio que se negaba a ser domesticado. Una furia que jamas abandonaba su cuerpo. Mire a los ojos a la chica, aun enfadado escuchando lo que dijo.

- Pero yo no soy tus padres, asi que por lo menos me merezco respeto, aunque sea por que te ayude no crees?-le comente enfadado, mientras hacia que mi flequillo ocultara mis ojos-

- De nada-repeti sus palabras con aquel tono frio que se me representaba cuando la ira poseia mi cuerpo.

Al ver que la joven parecia bajar aquella guardia que habia tenido con él hizo que la mirara y dejara mostrar una minima sonrisa, demostrando que aunque le habia enfadado, agradecia aquel detalle.

- No pasa nada...mientras lo intentes...-le comente mientras acariciaba su mejilla con mucho cuidado-

- No te preocupes, Wenger, no estoy enfadado, no contigo..-le comente mientras pasaba mis brazos por los hombros de la chica, para despues sonreirle ampliamente.

Mire a la chica, la verdad es que era muy agradable, era una chica de lo mas adorable, aunque no podia negar que aquel genio tan grande en ella, le hacia perder un poco el encanto que tenia. Aunque parecia que le habia sentado mal mi enfado, y no mucha gente lo hacia, asi que decidi posar mis manos en su cuello, y bese su frente con mucho cuidado, para despues sonreirle afable.

- Tranquila, estaras bien conmigo-le comente sin saber muy bien el porque, sentia que la chica necesitaba alguien en quien confiar-

- No debes pedirme perdon, que haras que mi ego vuelva a poseer mi cuerpo, Wenger-le comente chistoso, mientras hacia como si un fantasma hubiera poseido mi joven cuerpo.

Al sentir como la joven me tomaba una de mis manos, no pude evitar el entrelazar mi mano con la suya, para despues dejar escapar un apreton con cierta fuerza, sin llegar a ser brusco, para demostrarle que siempre estaria ahi, pasase lo que pasase. Sus amigos siempre lo hacian cuando tenia miedo, cuando las cosas me superaran, me hacian sentir protegido y él queria que la joven estuviera protegida.

- Asi que ya sabes, Sirius siempre te protegera o sino...estara aqui cuando quieras hablar-le prometi, mientras miraba al techo, viendo como algunos libros volaban encima de ellos, cosas raras que no tenia mucho interes-

- Bueno, depende como me quieras, ahi mujeres que dicen que mi ego me hace parecer de lo mas atractivo, aunque otras me dcen que cuando dejo escapar mi ego, dan ganas de romperme una Nimbus en la cabeza, asi que debes elegir tu-le comente sonriente, mientras dejaba que mi lengua humedeciera mis labios resecos.

Al sentir aquella mirada agradecida, me senti orgulloso de mi mismo, y hinche un poco mi pecho, para despues dejar escapar el aire con mucha lentitud, sintiendo aquella sensacion que tanto le gustaba.

- Entonces, me apuntare la promesa, no deseo que mi carrera de Play Boy y delinquente juvenil acabe por un golpe de tu escoba-le comente bromista, mientras dejaba que mis manos secaran mis lagrimas de risa-

- Mejor dejemos el tema, que me veo que mi cabeza acabara abierta-le comente sonriente mientras mordia mi labio con fuerza, intentando no reirme

De mi bolsillo, empece a introducir mi mano con muchisimo cuidado, como si fuera una buena persona, y despues sonreirle, ofreciendole aquella rana de chocolate, mientras se metia una graguea en la boca, para despues guiñarle un ojo con mucho cuidado. Despues de aquello mire al cielo, o mejor dicho el techo, para despues lamer mis labios