¡De paseo por los terrenos! [sirius]

- No puedo decirte que haya sido el mejor de mi vida, ya que he sido metido en el agua con los pantalones del uniforme, y casi con los zapatos, suerte que tuve rapidez, sino, me da que acabaria muy mal-le comente hinflando mis mejillas, mientras metia mi mano en el agua.

Deje que mis manos bajaran la cremallera de mi pantalon con lentitud, notando como el agua mojaba mi ropa interior, haciendo que dejara escapar un jadeo ronco al sentir la diferencia de temperatura. Despues de aquello, quite mis pantalones con rapidez, y lance mis pantalones, que quedaron colgados en el arbol, esperando que asi se secarian mas rapidamente. Despues mire a la chica, y no pude evitar el sonreirle enamoradizo, sin saber muy bien el porque decir.

- Supongo que me has hecho ver, que las personas, o mejor dicho las mujeres, son capaces de ser mas en mi vida que un ligoteo, aunque no puedo negar el pensar que tus ojos, han hecho que los mios de abrieran al camino del amor verdadero-le recite aquel verso sin saber muy bien de donde habia salido-

- De acuerdo, mientras seas tu quien este conmigo-le comente sonriente, mientras sentia como sus suaves manos movian el agua, y no pude evitar el sonrojarme, sin saber muy bien porque.

Al escuchar aquel comentario nada mas pude sonrojarme mas, mirando hacia el suelo, y asintiendo con mi cabeza, dejando entrever que mi problema era mas visible y que pasaba que la pobre joven se asustara, no queria que le viera su lado mas pervertido. Al escuchar aquellas ultimas palabras de la joven hicieron que me levantara gracias a mis fuertes brazos, saliendo del agua, sentandome en el borde, cerca de ella. y hice que me mirara. Aquel sonrojo hizo que mi corazon latiera con rapidez, y sin poder evitarlo, bese sus labios con dulzura, un segundo, para despues sonrojarme dandome cuenta lo que habia hecho.

- Haces que mi corazon se vuelva loco y que mis labios deseen el sabor de tu ambrosia que es tu boca..-le recite poeticamente, mientras me quedaba donde estaba, sin saber la reaccion de la chica-

- Mejor, porque sino, tendre que ir en boxers por el colegio, y tengo que decirte que seria muy comico, o quizas peligroso para mi persona, hay muchas pervertidas en estas frias paredes, que componen el colegio donde vivimos-le comente sonriente, para despues observar a la joven.

Al escuchar aquellos comentarios no pude evitar el esconder mi felicidad, feliz porque la joven no habia odiado aquel beso, y porque se sentia halagada. Escuchando aquello me di cuenta por que camino estaban iendo las cosas, y tenia razon. En aquel momento el no podia tener una pareja, no seria. Le sonrei ampliamente, dejando que mis labios volvieran a besar esta vez sus mejillas, para despues levantar mis hombros, quitandole hierro al asunto. No estaba enfadado, y el sentir aquella mano en mi cabello hizo que dejara escapar un jadeo de placer, adoraba que me acariciaran el pelo.

- No, tranquila..-le comente sonriente, acariciando su cuello con mucho cuidado- Ahora mismo no puedo tener pareja estable...-dije sin decir mis motivos, ya que no deseaba molestar ni queria volver a pensar en aquella joven-

- No creas...no me gusta para nada que me violaran...no me gustaba que me metan mano sin permiso, que me violen no me parece nada bien...-le comente, mirandole a los ojos, dejando ver sus colmillos, para despues morder su cuello con cuidado.

Escuche aquellos comentarios felizmente, dejando que mis ojos vieran los suyos, no podia evitar el pensar que aquella francesa habia sido una de las chicas mas importantes en su vida, y lo mejor era que entendia quien era y que pensaba, pero aun asi, no podia pensar que aquella chica, quizas en un tiempo, fuera mas que una amiga. Cogi su rostro con cuidado, haciendo que me mirara, dejando ver una sonrisa tierna, queriendole demostrar que aquello que decia le encantaba.

- Ahora no...pero no quito la idea que puedas a ser algo en mi vida...mas tarde...si tu quieres claro-le acabe confesando, para despues besar sus labios con mucho cuidado-

- Lo hago...aunque al ver sus hermosas sonrisas y esos ojos preciosos, me dejo llevar-le comente cansado, dandome cuenta que jamas habia pensado en aquel detalle- No puedo decirle que no a una mujer, es algo involuntario en mi....-

Escuche sus comentarios y no pude evitar el sonrojarme al sentir como la joven habia besado mis labios. Me levante del suelo, notando como mis piernas frias, necesitaban algo con lo que cubrirse. Mire los pantalones, viendo como parecian secos, mas que sus piernas, asi que empece a ponermelos, mirando a la chica sonriente, para despues acabar de ponerme mis zapatos con mucho cuidado. Hacia frio y el, no era de piedra.

- Claro que le pediria opinion, mi amada Daphne, pero solo quiero que sepa mis intenciones, para que no diga que no le avise...-le susurre, acercandome a él, besando su mejilla con cuidado, sonoramente-

- Yo jamas te dire que no...Daphne...-le susurre sonriente, mientras mordia mi labio con un deje de inocencia, para despues empezar a reirme, aunque era verdad, no podria decirle que no.

Senti como la joven se vestia, haciedo que mi mente intentara memorizar el cuerpo de la chica, dandome cuenta que era una chica de lo mas preciosa, habian pocas chicas como ella, aunque sabia que aquella chica no era como las otras, era algo mas. Al sentir su beso en mi mejilla no pude evitar el sonreir socarron, dejande entrever aquel sonrojo que me habia causado.

- Me da igual lo que dijeran...son super tontos los hombres que se dejan llevar por las habladurias-le comente serio, dejando ver una sonrisa adorable-

- Eres una mujer de lo mas retorcida..Daphne..-le susurre enfadado, mientras dejaba que mis manos formaran un muro en mi pecho, mirando hacia otro lado ofendido.

No queria que la joven dijera aquellas cosas, habia tenido que luchar mucho tiempo para que aquella reputacion que tenia, haciendo que les respetaran, siguiera en pie. Aunque no podia negar que sabia que era inocente, que se sonrojaba con fuerza cuando miraba los ojos de ciertas chicas, pero no queria que la gente lo supiera, asi que le mire a los ojos, suplicante, esperando que la joven lo entendiera.

- Daphne, te pido por favor que mis acciones, y palabras quedaran aqui...-le susurre con tristeza, mirando hacia otro lado- No quiero que tengas problemas, ahi muchas locas por aqui, que no entienden que soy libre....Ya han tenido problemas por mi culpa...y no quiero que seas tu una de ellas-

- Tenia constancia de ello, mi querida aguila-le susurre, viendo como acababa de vestirse, haciendo que mis ojos se dieran cuenta que su cuerpo era hermoso tanto vestido como en bañador. Era bella toda ella, tanto su cuerpo, pero sobretodo su interior.

Era la dulzura en persona, cosa que me encantaba. Me apoye en mis manos, dejando mi cuerpo un poco tumbado, y agradeci mudamente a la joven cuando escuche lo que me dijo, no queria que la pobre acabara mal por mi culpa, como muchas antes habian pasado, y mucho menos ella, le habia pillado un cariños diferente, mas profundo que a las demas.

- No creo que seas loca, Daphne-le comente sonriente, mientras me levantaba, cogiendo mi camisa y poniendomela con desgana-

- Digamos que...conocia de tu persona antes de este momento tan divertido y "ardiente"-le comente sonriente, mientras dejaba que el sol secara mi cuerpo, no queria pasar frio.

Habia mandado a James a conocer informacion de aquella aguila al escuchar que era una mujer loca, cosa que me parecia que estaba totalmente fuera de lugar, no era una mala persona, era genial, y no podia negar que habia estado genial a su lado, se habia divertido muchisimo, cosa que le agradecia con toda su alma.

- Te veo muy cuerda Daphne-le asegure, mientras la miraba socarron, sin poder saber que decirle-

- No me amenaces Ravenclaw-le dije serio, mirando hacia otro lado, dando a entender que no podia soportar aquellas amenazas, me recordaban demasiado a mi aquerosa madre, que me tenia amargado.

Al escuchar aquello no pude evitar el pensar que cuando viera a James le pegaria una buena colleja, ya que no podia creer que la joven hubiera visto que le estaba siguiendo, a caso no sabia lo que era el pasar desapercibido?..Pero bueno..que se le iba a hacer, gracias a él ahora podia tener una buena conversacion con la joven, cosa que agradecia con toda su alma.

- Digamos que llamaste mi atencion en el primer momento que te vi, mi querida Daphne-le comente sonriente, acomodandome el cabello, para despues acercarme a ella, abrazandola-

Escuche el comentario de la joven, que recalco con una hermosa sonrisa en su rostro, cosa que hizo tranquilizarme, al parecer aquella joven no se podia comparar para nada con su madre. Aquella muchacha era muchisimo mejor, a mas que era mas importante en mi vida que mi madre.

- Me alegro escuchar eso, Daphne- le susurre sonriente, dejando escapar una risita inocente de mis labios, que estaban cerrados-

Senti como la joven se apoyaba en mi, cosa que me hizo sonreir ampliamente, mientras abrazaba su cadera con mis brazos, sintiendo el calor, y su suave aroma en mi cuerpo. Avance un poco mi rostro, quedando en su hombro, escuchando sus comentarios, y sin poder evitarlo, pase mi mano libre por su cabello, era suave y no podia negar que era de lo mas exotico.

- Puede ser, Aguila, quizas me enamoraste con tu cabello, o con tu hermosa sonrisa...o el dulce aroma que desprendes por cada poro de tu hermosa piel-le acabe susurrando, mientras sonreia picaron, sin llegar a ser nada mas-

Vi como la joven me dejaba acariciar sus suaves, y aun humedos cabellos, jugando sin poder evitarlo con aquellos rizos que empezaban a hacerse presentes en su cuidada melena, aunque no podia evitar, pensar que la joven estaba siendo muy adorable en aquel momento, dejandole que acariciara sus cabellos y que mi brazo, rodeara su cadera, y empezara a acariciarla sin malicia con un dedo, disfrutando de lo suave de su piel.

- Asi que mejore mis tecnicas de ligar, Daphne?-le susurre sonriente, y un poco picaron, para despues posar mi rostro en su hombro, dejando que disfrutara de su aroma, su dulce aroma a flores- Si...como pocas lo han hecho-le consegui susurrar, esperando su reaccion, cuando escuche lo de las golosinas, no pude evitar el sonreir mas ampliamente, abrazandola mas a mi, y besando una de sus mejilla con cariño- No te enfades mujer...-le comente sonriente, sin poder evitarlo-